9
ISSN Electrónico: 2631–2905
EL CASABE: UN PAN DE 3.000 AÑOS DE EXISTENCIA
O MÁS
CASABE: A BREAD THAT HAS BEEN AROUND FOR 3000
YEARS OR MORE
Recibido: 08/11/2023  -  Aceptado: 05/06/2025
Bárbara Pérez Mujica
Docente en la Universidad Simón Bolívar
Venezuela
Magíster en Literatura Latinoamericana
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
bperez@usb.ve
https://orcid.org/0000-0002-8787-7117
Sergia Cadenas Uscategui
Docente en la Universidad Simón Bolívar
Venezuela
Doctora en Cultura y Arte para América Latina y el Caribe
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
scadenas@usb.ve
https://orcid.org/0000-0003-3877-7491
10
Pérez, B., Cadenas, S., Aguiar, J., & Valero, S. (Julio - diciembre 2025). El Casabe: Un pan de 3.000 años de existencia o más. Sathiri, 20 (2), 9 – 18. https://doi.
org/10.32645/13906925.1391
ISSN Electrónico: 2631–2905
José Gregorio Aguiar
Investigador de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados
Venezuela
PostDoctor en Curriculo basado en Competencias
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
aguiarlopez01@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-3111-103X
Sandra Valero López
Docente en la Universidad Simón Bolívar
Venezuela
Magíster en Lectura y Escritura
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
svalero@usb.ve
https://orcid.org/0009-0008-9518-0150
Cómo citar este artículo:
Pérez, B., Cadenas, S., Aguiar, J., & Valero, S. (Julio – diciembre 2025). El Casabe: Un
pan de 3.000 años de existencia o más. Sathiri, 20 (2), 9 – 18. https://doi.
org/10.32645/13906925.1391
11
EL CASABE: UN PAN DE 3.000 AÑOS DE
EXISTENCIA O MÁS
Pérez, B., Cadenas, S., Aguiar, J., & Valero, S. (Julio - diciembre 2025). El Casabe: Un pan de 3.000 años de existencia o más. Sathiri, 20 (2), 9 – 18. https://doi.
org/10.32645/13906925.1391
Resumen
El casabe es un alimento muy antiguo. Históricamente, fueron los arahuacos, origirarios del norte
de la América del Sur, quienes empezaron a confeccionarlo de modo artesanal. Su origen remonta
a partir del siglo XVIII, desde esta época se habla de este manjar en Venezuela y se encuentra
dentro de la gastronomía venezolana por ser un componente tradicional que no puede faltar en
muchos hogares de nuestro país. Este pan delgado, de poco peso, derivada de la yuca, se ha venido
reivindicando desde hace más de 3.000 años. La yuca cuenta con una variedad de alimentos que
se ubican en un lugar privilegiado, ocupando un espacio destacado en el consumo dietario del
venezolano desde el siglo XVI. Su producción y consumo estuvieron vinculados al oriente y sur del
país. No obstante, en Caracas también tiene su sitial de honor. De allí que el objetivo del presente
estudio es: realizar aportes teóricos en torno al casabe, partiendo de sus aspectos históricos, hasta
llegar a los hechos que han coadyuvado a su permanencia en el tiempo y a su creciente consumo.
La metodología es un diseño bibliográco, con rasgos de transversalidad y descriptivismo, mientras
que el tipo de la investigación es documental y el nivel de ésta es histórico, dado que se analiza el
pasado, para dar paso a otros aspectos inherentes a los constructos futuros.
Palabras Clave: Alimentación, casabe, historia, tradición, Venezuela, yuca.
Abstract
Casabe is a very old food. Historically, it was the Arawaks, aborigines from northern South America,
who began to make it by hand. Its origin dates back to the 18th century, since this time people have
talked about this delicacy in Venezuela and it is found within Venezuelan gastronomy because it is a
traditional component that cannot be missing in most homes in our country. This thin, lightweight
cake, derived from cassava, has been claimed for more than 3.000 years. Cassava has a variety of
foods that are located in a privileged place, occupying a prominent space in the dietary consumption
of Venezuelans since the 16th century. However, in Caracas it also has its place of honor. Hence,
the objective of this study is: to make theoretical contributions about casabe, starting from its
historical aspects, until reaching the facts that have contributed to its permanence over time and
its growing consumption. The methodology is a bibliographic design, with features of transversality
and descriptivism, while the type of research is documentary and its level is historical, since the
past is analyzed, to give way to other aspects inherent to future constructs.
Keywords: Feeding, casabe, history, tradition, Venezuela, cassava
12
Pérez, B., Cadenas, S., Aguiar, J., & Valero, S. (Julio - diciembre 2025). El Casabe: Un pan de 3.000 años de existencia o más. Sathiri, 20 (2), 9 – 18. https://doi.
org/10.32645/13906925.1391
ISSN Electrónico: 2631–2905
Introducción
El casabe o cazabe es un pan sin levadura, de forma circular, crocante, muy delgado y elaborado
con harina de manihot esculenta. Tubérculo producido y consumido, desde tiempos prehispánicos,
por los aborígenes como fuente indispensable para su alimentación. El vocablo yuca procede de la
lengua Karibe, yog ca, que signica se amasa molida.
Siendo la yuca uno de los cultivos alimenticios de gran relevancia en el norte de Suramérica,
se conoce con diferentes nombres. Por ejemplo, en el norte de América del Sur, América Central y
las Antillas lo distinguen como yuca. Mientras que en Argentina, Paraguay y en algunos lugares de
Brasil es llamada mandioca. Esta denominación está relacionada con la siguiente historia:
Un día lúgubre, nefasto, sombrío, en el poblado, falleció el hijo del cacique cuyo nombre era
Manic. Luego de transcurrir el tiempo estipulado, como era costumbre, procedieron a desenterrar
el cuerpo y, en el hueco (oca), en lugar de la osamenta, consiguieron una gran raíz a la cual llamaron
manioco mandioca. (Cartay, 1995)
Algunos historiadores aseveran que el casabe desde sus inicios, lo elaboraron los pobladores
de América, arahuacos, taínos y caribes como parte de la cuenca caribeña, República Dominicana,
Venezuela, entre otros países. Así, en el oriente de nuestro país, por ejemplo, diversos grupos
étnicos indígenas preparan el casabe como parte de la alimentación cotidiana. A este respecto, es
importante resaltar el sentido de pertenencia que aún sienten en los pueblos originarios como los
yekuana, kariña, yanomami, piaroa, warao, entre otros.
Venezuela, República Dominicana, Cuba, Haití y Honduras ante la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, (2023) postularon al casabe
como Patrimonio Cultural Inmaterial, dando paso a su trascendencia. Esto se debe, entre otros
aspectos, a que su consumo ha sido transmitido de generación en generación, haciendo que ese
legado ancestral permanezca en el tiempo.
Una muestra de quienes conservan, practican y difunden tradición la podemos ubicar en:
Caripito, estado Monagas, especialmente el Villa, el de la Negra que se vende a orillas de
la carretera Calabozo–San Fernando de Apure, y a la altura del Estero de Camaguán, el de Cúpira,
estado Miranda, y el que se vende en la vía que va de Puerto la Cruz a Cumana.
En consecuencia, este manjar está presente en la cotidianidad del comensal, estableciendo
signicados y vínculos con la naturaleza, con la madre tierra que nos ha proveído y proveerá
alimentos que han hecho historia provocando un inquebrantable sentimiento de identidad en los
venezolanos.
Además de lo antes expuesto, gracias a su versatilidad, este pan de yuca, como también
suele llamársele, ha pasado de ser consumido por las culturas originarias hasta por los invitados a
banquetes citadinos, en los que se presenta una variada y exquisita gama. Por su parte, debido a lo
internacionalizable como producto alimentario, el casabe se apoya en su innovación, presentación,
adicionantes, durabilidad y sus ventajas vinculadas a lo saludable de su consumo.
En este sentido, la presente investigación, pretende realizar aportes teóricos en torno al
casabe, partiendo de sus aspectos históricos, hasta llegar a los hechos que han coadyuvado a su
permanencia en el tiempo. Además, se procura realizar las indagaciones pertinentes reseñando los
aspectos más importantes que constituyen la historia del casabe como pan ancestral de Venezuela,
asimismo se interpretaran los signos y signicados que se derivan de su elaboración y consumo.
La metodología que se utiliza en el presente estudio es de diseño bibliográco con rasgos
explicativos, de descriptivismo y transversalidad de tipo documental y nivel histórico.
13
EL CASABE: UN PAN DE 3.000 AÑOS DE
EXISTENCIA O MÁS
Pérez, B., Cadenas, S., Aguiar, J., & Valero, S. (Julio - diciembre 2025). El Casabe: Un pan de 3.000 años de existencia o más. Sathiri, 20 (2), 9 – 18. https://doi.
org/10.32645/13906925.1391
En denitiva, por medio de esta investigación se expondrán los resultados arrojados durante
la investigación documental y las fuentes consultadas, para contribuir en los aspectos teóricos
sobre el casabe como producto gastronómico y sociocultural.
Método
El presente estudio cuenta con un diseño de investigación bibliográco. El mismo, tal y como
plantean Palella y Martins (2012), “se fundamenta en revisiones sistemáticas, rigurosas y profundas
del material documental de cualquier clase”. (p. 96). En particular, se realizaron revisiones e
indagaciones en la historia, libros, documentos, artículos cientícos, entre otros, a los nes de
hacer la estructura cónsona y poder alcanzar el objetivo trazado.
En lo que respecta al tipo de estudio, se trata de una investigación documental, ésta: “se
concentra exclusivamente en la recopilación de información en diversas fuentes […] escritos u
orales […]”. (Palella y Martins, 2012, p. 99). En cuanto al nivel de investigación, es histórico, debido
a que está orientado hacia “el análisis del pasado, a reconstruir e interpretar los hechos, ideas y
transformaciones del pensamiento” […] (Palella y Martins, 2012, p. 106). Entonces, pareciera que
quien investiga sólo debe preocuparse por revisar los testimonios que formen parte de ese pasado
ancestral y permanezcan aún en la actualidad. Por otro lado, presenta también rasgos descriptivos,
explicativos y de transversalidad en su desarrollo. La investigación es descriptiva, porque interpreta
la realidad a la que se suscribe el fenómeno. Es explicativa porque se centra en determinar el origen
del fenómeno a investigar; y transversal, porque muestra el fenómeno en distintos períodos de su
desarrollo, (Palella y Martins, 2012).
El Casabe, su Miramiento Autóctono e Histórico
Como ya se ha reseñado en líneas anteriores, el casabe es derivado de la yuca. Este tubérculo “es uno
de los cultivos alimenticios más importantes de los trópicos, originarios del norte de Suramérica”
(Rivas, 2014, p. 435).
El jugo denominado yare se decanta del casabe en su proceso de preparación. El mismo
es venenoso y se obtiene en el procedimiento del prensado de la yuca. Esa nocividad desaparece
en otro tratamiento posterior de cocción. Con este versátil producto se obtienen otros derivados
tales como la naiboa, compuesta por un disco de casabe sobre el que se esparce el melado, trozos
pequeños de papelón y semillas de anís; en algunos casos se le ralla coco y queso blanco. También se
elaboran los deliciosos almidoncitos, derivados del almidón mismo de la yuca, que le da su nombre.
Por lo que respecta a su consumo y predilección en el escenario nacional, al casabe no le
ha tocado una existencia fácil ni privilegiada como a la arepa sin ánimo de hacer comparaciones.
Quizá esto se deba a la industrialización de la harina de maíz precocida. Sin embargo, ha tenido que
vivir situaciones difíciles y complejas a lo largo de la historia venezolana, tal y como lo veremos a
continuación.
Los criollos habitantes de las ciudades y los españoles del siglo XVIII no lo consumían. El
producto les parecía antiestético por el hecho de tener la particularidad de ser picado en pedazos
por las manos del mismo comensal, o, más bien, por motivos relacionados de discriminación y
segregación hacia los pueblos indígena. A su vez, su textura carrasposa no era agradable al paladar
y su harinosidad provocaba una gran sensación de sed.
El sacerdote jesuita Felipe Salvador Gilij en el año 1784, lo denominó pan de hambre por el
hecho de ser consumido y agradar cuando faltara el pan de cereal (Lovera, 1998, p. 74).
Por su parte, Rafael Cartay (1998), hace referencia a varios descalicativos que le dieron
algunos extranjeros al casabe. Al respecto, En su artículo “Elogio y nostalgia de la cocina venezolana”
expone lo siguiente:
14
Pérez, B., Cadenas, S., Aguiar, J., & Valero, S. (Julio - diciembre 2025). El Casabe: Un pan de 3.000 años de existencia o más. Sathiri, 20 (2), 9 – 18. https://doi.
org/10.32645/13906925.1391
ISSN Electrónico: 2631–2905
Fray Tomás de la Torre en el año 1545, argumentaba que cuando comía el casabe, le parecía
estar mascando “aserraduras de tabla”, descalicando esta comida. Continúa en 1565 con
Girolami Benzoni, quien a opinaba que el casabe le parecía un alimento muy mísero: “al comerlo
me da la impresión de comer tierra”. Culmina en 1590 con Joseph de Acosta, quien calicaba al
casabe como “cosa sin gusto y desabrida” (p. 59).
A pesar de lo antes expuesto, el mismo Cartay (1998), señala que los ye´kuana, sin importarle
estas opiniones, seguían produciendo y consumiendo casabe para su alimentación sana.
El Casabe se Reivindica
El casabe ha continuado produciéndose de la misma manera, a la vez que más personas lo
consumen y le adicionan algún escolta, como lo calicaría Cartay, al colocarle una ruedita de queso
de mano, mantequilla, queso parmesano y hornearlo por pocos minutos, o engendrando cualquier
cosa creativa que del seno de la cocina salga.
El casabe hoy por hoy es conocido en casi todo el mundo, pues su propia divulgación le
ha valido ser considerado patrimonio cultural inmaterial, en la categoría de tradición culinaria, por
la UNESCO. Este reconocimiento mundial ha estimulado la curiosidad académica y ha hecho que
muchos investigadores se avoquen a divulgar lo que signica este pan de yuca, lo que encarna, su
historia y su porvenir.
Un ejemplo notorio de la valoración del casabe fue apreciable en el Segundo Congreso
Internacional de Cocinas Patrimoniales (2014), llevado a cabo en Ecuador, donde la investigadora
Ocarina Castillo D´Imperio de la Universidad Central de Venezuela presentó un trabajo denominado:
“El Casabe: pan ancestral de Venezuela”, cuyo propósito fue la divulgación de su historia, su
trascendencia y permanencia en el tiempo, en cada mesa de los hogares venezolanos. En este
contexto, Castillo se rerió al casabe, desde la elaboración y consumo por parte de los pueblos
indígenas ye’kuana hasta su internacionalización fundamentada en su versatilidad, durabilidad y
excelentes atributos para la salud.
Otro ejemplo apreciable también fue lo aportado por Casillo D´Imperio (2014), quien se
reere a este alimento, desde su elaboración y consumo por parte de los aborigenes ye’kuana,
hasta la internacionalización que le coneren: su versatilidad, durabilidad y excelentes atributos
para la salud.
A través de estos tipos de escenarios internacionales, ideales para la presentación de
trabajos de divulgación cientíca, se propicia que el casabe ofrezca una vitrina desde donde su
reivindicación obtenga cabida y trascendencia.
El Casabe, Patrimonio Cultural Inmaterial y su Trascendencia en los Ye’Kuana
La humanidad recibió una gran herencia, haber admitido en su mesa al casabe: pan ancestral
de Venezuela y toda América. La postulación ante la UNESCO en el año 2023, alusiva al casabe
como patrimonio cultural inmaterial, no sólo ratica la conciencia patrimonial, sino que también
reivindica la pertenencia que la comunidad americana ha manifestado en relación con su respeto,
conocimiento, producción, divulgación, comprensión histórica y social.
A partir de la conciencia patrimonial que las comunidades organizadas brindan al casabe,
al igual que su salvaguarda, tal y como lo expresa la antropóloga Dra. Ocarina D´Imperio (2014, p.
20), es cómo esta preparación ancestral profundiza constantemente su expresión culinaria, su
representación espacial y sociocomunitaria, sus técnicas de elaboración y hasta sus elementos
adicionales que coadyuvan a la longevidad de este producto.
Asimismo, los alcances generacionales de la transmisión oral relacionados con la
elaboración del casabe dejan constancia ante la historia humana de la memoria cultural ye´kuana,
15
EL CASABE: UN PAN DE 3.000 AÑOS DE
EXISTENCIA O MÁS
Pérez, B., Cadenas, S., Aguiar, J., & Valero, S. (Julio - diciembre 2025). El Casabe: Un pan de 3.000 años de existencia o más. Sathiri, 20 (2), 9 – 18. https://doi.
org/10.32645/13906925.1391
kariña, yanomami, piaroa y warao, quienes se han dedicado a su divulgación y producción durante
miles de años.
Los niños y niñas ye´kuana obtienen de sus madres y a manera de merienda rica en
proteínas, bachacos grandes marrones (suunamo) que se tuestan y se colocan sobre un trozo de
casabe. Como ellos comen a cada rato, el casabe hace las veces de alimento permanente (Amodio
y Du Arte, 2006, p. 31). Las hembras acompañan a sus madres o abuelas en trabajos domésticos.
El trabajo más importante de los aborígenes previo a la elaboración del casabe es el rallado
de la yuca para la realización de las tortas. Se integra así poco a poco el trabajo de la mujer adulta
(Amodio y Du Arte, 2006, p. 34). En suma, el casabe y su permanencia en los pueblos indígenas dan
cuenta de la herencia cultural, de las costumbres, tradiciones y de la historia de nuestros pueblos
originarios.
El Consumo de Casabe
El consumo del casabe ha presentado un lento y accidentado ascenso; sin embargo, se puede armar
que ha estado presente en la dieta del venezolano y cada día los nutricionistas lo recomiendan
más como un alimento saludable. No se trata de comparar al casabe con el pan, puesto que son
dos alimentos totalmente distintos, a pesar que ambos se pasean por los diferentes períodos
alimentarios, tanto en las casas de familia, como en los restaurantes y comedores en general.
Discusión
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el marco del Sistema Nacional de Estadísticas,
mediante el Subcomité de Estadísticas de Alimentos, elaboró en 2009 la propuesta interinstitucional
para la realización de una encuesta nacional de consumo de alimentos, luego en el año 2013,
elaboró la misma encuesta derivando en un Informe Técnico Módulo Complementario de Consumo
de Alimentos, donde la ubicación del consumo del casabe por parte de los venezolanos, fue el
siguiente: 1,21 (g/cc/persona/día) en la familia de los tubérculos. El primer lugar, lo obtuvo la papa
como guarnición preferente, seguida de la yuca, bien sea frita o sancochada, luego el ocumo,
preferiblemente en sopas, y, cuarto lugar, el casabe como acompañante en las sopas y en las de
comidas, sustituyendo al pan si no lo hubiere.
El mismo estudio reveló que la mujer venezolana ha mostrado mayor ación por el casabe
que el hombre. Esto se debe a que las féminas de nuestro país están mucho más preocupadas y
atentas a no aumentar de peso. Es por ello, que en su mayoría las mujeres incluyen el casabe en su
consumo dietario.
Paralelamente, la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro)
presenta unas cifras que van desde 1992 hasta el 2013, las que reejan el comportamiento
ascendente del casabe. Tal y como podemos ver en el Cuadro 1:
16
Pérez, B., Cadenas, S., Aguiar, J., & Valero, S. (Julio - diciembre 2025). El Casabe: Un pan de 3.000 años de existencia o más. Sathiri, 20 (2), 9 – 18. https://doi.
org/10.32645/13906925.1391
ISSN Electrónico: 2631–2905
Cuadro 1.
Consumo Humano, según Fedeagro 2013
Seguidamente, se muestran las grácas de la evaluación basada en las cifras de Fedeagro
que evidencian el ascenso accidentado en cuanto al consumo de casabe. En el caso de la Gráca 1,
se indica el consumo humano per cápita desde el año 1992 hasta el año 2013 de manera consecutiva,
y, en el caso de la Gráca 2, se señala la disponibilidad bruta consumo humano. Veamos:
Gráca 1.
Consumo Humano Per Cápita (Kg/per/año) 1992 - 2013
Fuente: Elaboración propia a partir de Fedeagro. 2016.
17
EL CASABE: UN PAN DE 3.000 AÑOS DE
EXISTENCIA O MÁS
Pérez, B., Cadenas, S., Aguiar, J., & Valero, S. (Julio - diciembre 2025). El Casabe: Un pan de 3.000 años de existencia o más. Sathiri, 20 (2), 9 – 18. https://doi.
org/10.32645/13906925.1391
Gráca 2.
Disponibilidad Bruta Consumo Humano (Toneladas) 1992 – 2013
Fuente: Elaboración propia a partir de Fedeagro. 2016.
Como hemos podido observar a través de estas grácas, a pesar de que la papa tiene el
primer lugar en cuanto a producción y consumo, la yuca se ubica muy favorecida en el segundo
lugar, ahí aprovecha el casabe de acomodarse y sin ser un tubérculo, sino un producto derivado de
ello, se cuela en estas estadísticas.
Derivaciones y Conclusiones en torno a la Yuca y al Casabe
Aunque el casabe ha sido solo para el consumo, la planta de la yuca ha tenido un lugar privilegiado
en las actividades médicas, pues, a esta planta se le atribuyen propiedades terapéuticas. Las hojas
hervidas y colocadas en la zona adolorida eran utilizadas como relajante nervioso, también se
usaban las hojas en cataplasma mezclada con casabe colocadas en la frente para quitar el dolor de
cabeza y hasta colocadas debajo de la almohada, en procura de un sueño reparador.
En otro orden de ideas, el volumen de producción de yuca se concentra en los siguientes
estados: Monagas, Apure, Portuguesa, Zulia, Barinas y Amazonas. Por área geográca de
concentración, la región oriental es la más importante del país. Este producto constituye el principal
sistema de producción del renglón raíces y tubérculos en Venezuela. Según Campos (s.f):
Los requerimientos anuales de productos alimenticios per cápita se ubican, aproximadamente
en 300 kg de farináceos (cereales y/o raíces y tubérculos equivalentes). De esta categoría de
alimentos, el país requiere anualmente 6,6millones de toneladas, de los cuales se producen 2
millones y se importa aproximadamente otro tanto.
Dicho esto, resulta descortés e irrespetuoso considerar al casabe de manera simplista,
que en la actualidad existen nuevas marcas de fábricas que han industrializado y socializado más
rápidamente incluso, internacionalizado el producto. Más bien armaremos que se ha mantenido
en la memoria y en la historia americana por su interculturalidad y su elemento aurático con más
de 3.000 años. Recordemos que tal y como dice Walter Benjamín, el aura “es una trama particular
de espacio y tiempo. Un nudo hecho de instantaneidad, lejanía e irrepetibilidad o unicidad” (2008,
p. 1). De ahí que el valor del casabe trasciende su materialidad y apariencia para convertirse en una
representación transmisible y social.
18
Pérez, B., Cadenas, S., Aguiar, J., & Valero, S. (Julio - diciembre 2025). El Casabe: Un pan de 3.000 años de existencia o más. Sathiri, 20 (2), 9 – 18. https://doi.
org/10.32645/13906925.1391
ISSN Electrónico: 2631–2905
Referencias
Alfonzo A., C. (2013, 22 de mayo) “Gobierno obstaculiza que la arepa llegue a la mesa”. El Nacional.
Amodio, E y Du Arte, O. (2006). Las pautas de crianzas del pueblo ye’kuana de Venezuela. Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia. Ministerio de Educación y Deporte. Venezuela.
Benjamín, W. (2008). Obras. Libro I. (A. Brotons Muñoz, Trad.) Madrid.
Campos, E. (s.f.). Historia del casabe en Venezuela. https://www.monograas.com/trabajos88/
historia-casabe-venezuela/historia-casabe- venezuela.
Cartay, R. (1998). Elogio y nostalgia de la cocina venezolana. Caravalle. Senteur et saveurs
d`Amérique latine, 71, 53-65.
Cartay, R. (1995). El pan nuestro de cada día. Fundación Bigott. Venezuela.
Castillo, O. (2014). El Casabe: pan ancestral de Venezuela. Universidad Central de Venezuela.
Fedeagro (2013). Disponibilidad Bruta de Alimentos. Recuperado 09/02/16. Fedeagro. www.fedeagro.
org/consumo/raices.asp.
INE. (2013). Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos (ENCA). Informe Técnico Módulo
Complementario de Consumo de Alimentos. Instituto Nacional de Estadística. Venezuela.
http://www.ine.gov.ve/documentos/Social/IVEncuestaNPF/pdf/resultepv.pdf.
INE. (2012). Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos (ENCA). Informe Técnico Módulo Tercera
Prueba Piloto, abril - julio, 2012. Instituto Nacional de Estadística Venezuela.
http://www.ine.gov.ve/documentos/Social/IVEncuestaNPF/pdf/resultepv.pdf.
Lovera, J. (1998). Historia de la Alimentación Venezolana. Centro de Estudios Gastronómicos.
Venezuela.
Palella S y Martins F. (2012). Metodología de la Investigación Cuantitativa. FEDEUPEL. Venezuela.
Rivas, B. (2014). El Casabe y la Arepa: Alimentos Prehispánicos de la Culinaria Indígena Venezolana.
Pasos. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural.12(2). 433-442.