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Determinación de la capacidad antimicrobiana
de las hojas de melissa ofcinalis frente a la
cepa escherichia coli para la aplicación en
queso tipo fresco
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Cómo citar este artículo:
Rojas, M., Rojas, H., Uvidia, M. & Almeida, A. (Enero – Diciembre 2024). Determinación de la capacidad antimicrobiana de las hojas de melissa ofcinalis frente a la cepa escherichia coli
para la aplicación en queso tipo fresco. Tierra Innita (10), 174-187. https://doi.org/10.32645/26028131.1313
Introducción
Las intoxicaciones alimentarias representan un problema de salud pública a nivel mundial.
Estas se originan por el consumo de alimentos contaminados con microorganismos patógenos,
sustancias químicas nocivas o agentes biológicos capaces de causar enfermedades en los seres
humanos (Torrens et al., 2015). La prevención de estas intoxicaciones es un gran desafío para
la industria alimentaria, que trabaja constantemente para asegurar la inocuidad de los productos
que llegan a los consumidores. Para lograrlo, se han implementado medidas de control efectivas
a lo largo de toda la cadena de producción, desde la producción hasta la distribución y el
consumo. Una de las estrategias más relevantes en este contexto es el uso de conservantes
antimicrobianos (López et al., 2019).
La utilización de conservantes en la industria alimentaria va más allá de la simple
inactivación de bacterias; también se desarrollan con el objetivo de minimizar los efectos
secundarios que puedan derivarse de su consumo (Argote et al., 2017). Estos aditivos juegan
un papel crucial en la seguridad y calidad de los alimentos, ya que están diseñados no solo para
eliminar microorganismos patógenos, sino también para prolongar la vida útil de los productos
y mantener sus propiedades sensoriales, como sabor, aroma y textura (FAO, 2019).
La búsqueda de métodos de conservación de alimentos que sean efectivos y no dependan
de productos químicos sintéticos es un área de creciente interés en la industria alimentaria y la
investigación cientíca (López & García, 2019). A medida que los consumidores se vuelven
más conscientes de los ingredientes en sus alimentos, la demanda de alternativas más naturales
ha aumentado signicativamente (González, 2017). Los conservantes químicos tradicionales,
como los nitritos, los sultos y algunos conservantes articiales, han demostrado ser ecaces
para controlar el desarrollo microbiano y prolongar la vida útil de los alimentos. Sin embargo,
su uso ha generado preocupaciones sobre posibles efectos secundarios en la salud humana,
tales como alergias y sensibilidades (Pérez & Fernández, 2020). Además, algunos estudios
han planteado inquietudes sobre la relación entre ciertos aditivos y enfermedades crónicas,
incluyendo trastornos metabólicos y cáncer (Vélez et al., 2018). Este contexto ha impulsado a
los investigadores a explorar métodos de conservación alternativos, como el uso de extractos
naturales de plantas y tecnologías emergentes, que ofrecen soluciones más seguras y sostenibles.
El estudio y el desarrollo de métodos de conservación de alimentos basados en la
utilización de plantas se presentan como una respuesta a la creciente preocupación por los
conservantes químicos en la industria alimentaria. Las plantas ofrecen múltiples benecios,
ya que son alternativas naturales y seguras que pueden contribuir a la sostenibilidad del
sector. Sin embargo, es crucial abordar los desafíos relacionados con su estabilidad, ya que
algunos extractos vegetales pueden perder ecacia con el tiempo o bajo ciertas condiciones
de almacenamiento (Ramírez & Fernández, 2020). Además, el impacto de estos conservantes
naturales en el sabor y el aroma de los alimentos es un factor importante a considerar, dado
que los consumidores valoran la calidad sensorial de los productos. Por lo tanto, la seguridad
y la ecacia de estos métodos deben ser evaluadas cuidadosamente antes de su aplicación en
la producción de alimentos a gran escala (Astudillo & Pucha, 2023). Esto incluye estudios que
analicen no solo la efectividad antimicrobiana de los extractos, sino también su interacción con
otros componentes de los alimentos. Con un enfoque adecuado, la incorporación de conservantes
naturales podría revolucionar la industria, ofreciendo productos más saludables y alineados con
las expectativas de los consumidores actuales (Sánchez & Rodríguez, 2021).